La Selección Argentina no lució, pero superó a Perú por 1 a 0 como local y se acercó un poco más al Mundial de Qatar 2022. Lautaro Martínez marcó el único gol en el estadio Monumental, en un choque de la fecha 12 de las Eliminatorias Sudamericanas.
Lejos estuvo de ser una noche a puro brillo por parte de Argentina, que pagó con intereses el exigente calendario y desnudó la falta de piernas de sus mejores futbolistas, como el caso de Lionel Messi -poco desequilibrante en el segundo tiempo- y en la cabeza de su tridente del medio, peleado en general con la pelota.
Perú incomodó más de lo pensado y de lo mostrado en los primero minutos. La historia con los incaicos manda: siempre es un rival incómodo, a pesar de la amplia ventaja en los duelos mano a mano y de mantener su racha negativa en Buenos Aires, donde nunca ganó.
Argentina mostró sus intenciones de entrada: ataques por las bandas, sociedades entre Messi y los del medio y ocupación de los espacios dejados por la visita, que trató mejor la pelota de lo que presionó para recuperarla.
Perú llenó su campo de gente, al punto que defendió por momentos con todos sus futbolistas, pero los espacios aparecieron en abundancia, a contramano de la eficacia local, que erró al menos tres opciones claras frente a Pedro Gallese.
La clave fue la paciencia para mover la pelota, buscar a Ángel Di María y a Nahuel Molina por los costados y evitar la sobrepoblación en la zona media, que solamente se rompió cuando Messi metió sus cambios de marchas habituales.
Sin embargo, Argentina no estuvo preciso con la pelota. Rodrigo De Paul y Leandro Paredes no se ofrecieron como primera salida -algo destacado en los otros partidos- y obligaron a Messi, que tampoco pareció amigarse, a bajar hasta el medio.
En ese contexto, cuando se iba el primer tiempo, apareció una combinación entre De Paul y Molina, que ganó su banda y metió un centro sin parábola y perfecto para la cabeza de Lautaro Martínez, quien anticipó a Carlos Zambrano.
Perú modificó su esquema en el complemento, dejó el 4-1-4-1 y pasó a un 4-3-3 en el que se sintió mejor.
El premio a ese planteo más osado llegó cuando Yotún habilitó a Jefferson Farfán y “Dibu” le cometió un penal. Claro, la buena fortuna de Argentina se plasmó en la ejecución posterior, que pegó en el vértice entre ángulo y poste izquierdo para delirio de los hinchas locales.
El agotamiento por un calendario corto, lleno de partidos y con viajes largos, le pasó factura a Messi y compañía, que tuvieron una noche aceptable en términos generales y con un pasaje complicado cuando Perú tuvo el penal.
“Olé, olé, olé, olé, olé, olá….soy argentino, es un sentimiento, no puedo parar”, cerró la noche desde las tribunas, en un grito de agradecimiento a los campeones de América. Argentina descansará hasta el 11 de noviembre, cuando visitará a Uruguay. Y el siguiente martes 16 será local de Brasil en el Bicentenario de San Juan.
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