La producción de alimentos depende en gran medida de la salud del suelo en el que se cultivan. Tan solo el 3% de la superficie total del mundo es suelo cultivable y la humanidad alcanzó, en 2022, los 8.000 millones de habitantes. Además, según la ONU, el 33% de los suelos cultivables están degradados. Estos cuatro datos iniciales permiten llegar fácilmente a una conclusión importante: la preservación de los suelos es clave para alimentar a una población en constante crecimiento.
Se estima que, para 2050, el mundo deberá ser capaz de producir aproximadamente un 70% más de
alimentos que hoy. En este contexto, el rol de los fertilizantes es fundamental, ya que se calcula que de
ellos dependen aproximadamente la mitad de los alimentos que se generan globalmente.
Profertil produce en Argentina el 50% de la urea granulada que el campo necesita para cultivar
—principalmente— trigo, maíz y cebada, además de muchos otros alimentos. La urea es el principal
fertilizante para aportar al suelo el nitrógeno que requieren esos cultivos.
La mirada sostenible de Profertil ha sido siempre que los fertilizantes se apliquen siguiendo las mejores
prácticas de manejo agronómico, que en esencia plantean que debe aplicarse la fuente correcta, en el
momento adecuado, en la dosis justa y de la forma indicada. Esos cuatro requisitos —conocidas en la
industria como las 4R —ayudan en el cuidado de la salud del suelo. Es por eso que desde la compañía se
brindan capacitaciones a clientes y productores, además de comunicaciones permanentes sobre el tema.
Sumado a eso, la evaluación a campo y laboratorio a través de ensayos y convenios que realiza Profertil
genera información científica sobre productos amigables con el medioambiente y la correcta aplicación de
las 4R, en alianza con instituciones técnicas de renombre, como el INTA, AAPRESID o AACREA.
“Nuestra mirada es de sostenibilidad porque está cada vez más claro que es la única forma correcta de
hacer las cosas: el trabajo por el cuidado de todos los recursos naturales es urgente y debe ser transversal a
todos los actores de la sociedad”, dice Marcos Sabelli, gerente general de Profertil.
La urea granulada, al igual que otros fertilizantes, repone nutrientes en el suelo. Esos nutrientes los toman
los cultivos para su crecimiento, por lo que en cada campaña deben volver a analizarse los campos para
determinar qué requerirán los suelos de cada lote de cara a una próxima producción. Esta tarea es
especialmente relevante en este tiempo, posterior a una sequía, ya que potencialmente hay nutrientes
disponibles que las plantas de la campaña anterior no pudieron aprovechar.
“El cuidado del suelo, como vemos, es tarea de toda la cadena agroindustrial y nos ilusiona ver esfuerzos en
esta dirección en muchos clientes, productores, proveedores y aliados”, resalta Sabelli.
Profertil concretó hace pocos días la firma de un convenio con YPF Luz, por el cual el 100% de la energía
eléctrica que requiere la planta de producción de Ingeniero White será de origen renovable. “Nuestro rol
en el camino a la sostenibilidad también implica pensar en cómo producimos. Por eso este convenio es un
hito histórico”, dice el gerente general. De esta forma, unos 11 millones de hectáreas de campo argentino
podrán estar fertilizadas con urea producida con energía eléctrica renovable, lo cual implica que unos 40
millones de toneladas de grano se conseguirán gracias a esta urea.
El Día Nacional de la conservación del Suelo se celebra en memoria del doctor Hugh Bennet, quien dedicó
su vida a la conservación de este recurso. En su trabajo, recorrió Argentina y formó a pioneros locales en
agricultura sostenible.
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